¿Colombia quiere la paz?



¿Colombia quiere la paz?
Por: Melissa Monroy

Lo que empezó como simple curiosidad para conocer cómo votarían mis amistades en el plebiscito por la paz, terminó siendo una encuesta con 147 respuestas en total. Este formulario de sólo 4 preguntas se envió a muchas personas y se movió en las redes sin mayores pretensiones, encontró una grata sorpresa: El SI ganaría. 

El día 23 de agosto en horas de la noche, los miembros de la mesa de dialogo de La Habana realizaron un comunicado en el que exponían que ya habían cerrado la negociación, o en otras palabras, ya se tiene un acuerdo final; dicho acuerdo sería socializado el día siguiente, por ende, de ahora en adelante en el país, el 24 de agosto de 2016 será conocido como el día D, fecha en que se da inicio al desarme y desmovilización de la guerrilla de las FARC-EP, y el primer paso para finalizar un conflicto fratricida de más de 50 años.

Si bien, este es un momento histórico para el país, y los acuerdos representan una mejora en la calidad de vida de miles de colombianos y colombianas, aun muchas personas tienen dudas sobre si Colombia quiere o no la paz, por muy absurdo que parezca, hay quienes consideran que perpetrar la guerra es la mejor de las posibilidades, pareciera que para algunos y algunas la sangre derramada por otros nunca es suficiente.

Al preguntar concretamente ¿Votarías por el SI o por el NO en el plebiscito? El 81.6% afirmó apoyar los acuerdos pactados en La Habana. Un nada tímido 18.4% se opone a ratificar estos tratados, tal como se observa a continuación:
Gáfica 1

Fuente: Elaboración Propia

Si la respuesta web se extrapola a las urnas, se puede considerar que el SI ganaría con una amplia mayoría, cuestión que en la realidad será muy difícil de lograr; la gran mayoría de personas que uno escucha en las calles diciendo que votará por el No son personas desinformadas y que no tienen fácil acceso a la tecnología.

Ante esto, quedó claro que quienes respondieron las encuestas, en su mayoría son personas con un nivel alto – medio de información sobre los acuerdos, la segunda pregunta hizo referencia a si las personas habían leído los acuerdos de La Habana (no necesariamente en su totalidad, a lo cual el 70.7% contestó afirmativamente:
Gráfica 2
Fuente: Elaboración Propia

De ser así, la tendencia indicaría que a más personas que conozcan los acuerdos de paz, mayor número de votos a favor del plebiscito habrán; dado esto, la labor del gobierno debería ser la de crear una campaña masiva de comunicación, pedagogía e información sobre lo que se ha pactado en Cuba, y no ponerse a mover a los caciques políticos de las regiones para dar inicio al carnaval de la compra de votos.

Señor presidente, si usted está arriesgando tanto para contar con el aval del pueblo en este proceso de paz, ¿no le parecería conveniente que las personas votaran por convicción y no por un tamal? Porque una elección comprada no puede representar la voluntad del pueblo.

Por otro lado, al uno leer los acuerdos (para quienes los hemos leído) nos surge una duda: ¿50 años de guerra para eso? Miles de muertos, pobreza, hambre, sufrimientos, etc. Además de todos los años que se tomaron los negociadores (tanto de las FARC-EP como del gobierno) para dejar por escrito lo que dice la constitución: mejorar la calidad de vida de las y los campesinos, darles garantías políticas a la oposición y movimientos sociales pequeños, garantías de verdad, justicia y no repetición a las víctimas, hacer campañas de prevención al consumo de drogas y ver de qué forma se puede frenar el narcotráfico.  

No señor Uribista, lo sentimos mucho pero el país no se le entregará a las FARC (o como ustedes dicen ‘La Far’), tampoco se les darán millones de pesos a los guerrilleros, ni se le entregaran zonas del país (como si hizo Pastrana, ferviente opositor al SI), ni se les dará impunidad a los guerrilleros (como cierto ex presidente paisa cuyo nombre usualmente no puede ser nombrado hizo con los paramilitares). 

Las personas que conocemos algo del tema de conflictos armados y resoluciones de conflictos, podemos decir con toda seguridad que este es un acuerdo magnifico, en donde el gobierno no está cediendo mucho y ganará demasiado (mucho más que el Nobel que posiblemente le darán a Santos y al equipo negociador); este es un acuerdo pensado para sacar a Colombia de este pre modernismo en el que está tan cómodamente estancada.

Cabe mencionar también que este tratado se caracteriza por incluir de forma transversal el llamado “enfoque de género”, lo cual, en palabras simples se puede interpretar como el descubrimiento que las mujeres y las personas LGBTI existen y se verán beneficiadas con estos acuerdos. Pero, ¿Por qué las mujeres y personas LGBTI?, simple, porque estos han sido grupos históricamente vulnerables y que con el conflicto armado sus problemas empeoraron de forma directa o indirecta. Curiosamente al preguntarle a las personas de la encuesta sobre el enfoque de género, el 81.6% afirmó conocer de qué se trataba (ojalá esta fuese la tendencia de todos los ciudadanos del país donde piensan que unas cartillas pueden volver homosexual a quien las lea)
Gráfica 3
Fuente: Elaboración Propia

 Para completar este barrido de información, se les preguntó a los encuestados sobre que pensaban de la inclusión de un enfoque de género en el acuerdo de paz, obteniéndose los siguientes resultados:
Gáfica 4
Fuente: Elaboración Propia

Observándose una respuesta positiva a la inclusión de dicho enfoque, el cual es de vital importancia para pensar la paz en un país machista, heteronormativo, discriminantorio y homófobo como lo es Colombia; trabajar por el respeto de las diferencias (ideológicas, étnicas, sexuales, de género, etc.) será el gran reto que tendremos los colombianos para la construcción de la paz.

Para terminar, este momento histórico me hace recordar a cuando leía al Dr. Zhivago (del gran Pasternak), en donde al referirse a la revolución Rusa y sus consecuencias lo hacía como un narrador ausente y presente al mismo tiempo, muchas cosas pasaban pero él estaba concentrado en sus realidades; creo que eso le pasa a muchos colombianos y colombianas: saben que algo grande pasa a su alrededor, algunos se emocionan, otros tienen miedo, pero la invitación siempre debe de ser a actuar, a intentar transformar su realidad desde cualquiera que sea su quehacer, buscar la forma de incidir y crear un mejor país.

Las personas que apoyan el NO tienen derecho a hacerlo, la constitución se los permite, pero quienes apoyamos el SI debemos de ser realistas y hacer lo imposible (como afirmaba el Che Guevara), seamos unos soñadores y materialicemos la paz que tanto queremos. Yo crecí en medio de la guerra, día tras día enfrentándome a noticias de muerte y odio, esta es la hora del cambio, la generación que podrá decir “yo le dije SI a la Paz”, en nuestras manos está la posibilidad de crear un mejor país para las futuras generaciones.

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