El Efecto Trump en América Latina ¿Realidad o Mito?
El Efecto Trump en América
Latina
¿Realidad o Mito?
Poco más de dos meses han pasado desde la posesión del
presidente norteamericano Donald Trump y como era de esperarse, las
controversias sobre temas de Derechos no se hicieron esperar; lanzó misiles a bases
sirias, ha mostrado abiertamente su apoyo a los asentamientos ilegales de
Israel, firmó el decreto que prohíbe la financiación de ONG’s que apoyen los
abortos en otros países, se ha mostrado en contra de acciones para mitigar el
cambio climático y un largo etc.
Uno de los temas que no se podía salir de su agenda de
escándalos es el relacionado a los derechos de la población de Lesbianas, Gays,
Bisexuales, Trans e Intersex de los Estados Unidos, movimiento que desde los
años 70’s está realizando incidencia en el país del norte.
Pasados 4 días de su posesión, ocupó las primeras planas
por eliminar de la página oficial de la casa blanca (https://www.whitehouse.gov/) las ventanas relacionadas a cambio climático,
regulaciones, derechos de las personas LGBTI, y la versión en español de este
sitio web. Revelando cual sería la postura que se mantendría sobre este tema.
En días reciente la polémica sobre el poco apoyo del
presidente republicado hacia el movimiento LGBTI se volvió a encender, al
saberse el nombre de su nominado para ser Secretario del Ejercito: el
transfobico Marck Green, senador de Tennessee, famoso por sus comentarios
homofóbicos y transfobicos.
En reiteradas ocasiones Green se ha manifestado en contra
del matrimonio igualitario y ha realizado declaraciones públicas donde afirma
que la transexualidad es una enfermedad. Su figura como secretario del Ejercito
podría significar grandes retrocesos para los derechos de las personas LGBTI,
ya que hasta hace solo 7 año fue derogada la ley del “Don’t ask, don’t tell”
(“No preguntes, no respondas”), la cual prohibía que ningún miembro del
ejército norteamericano, ya fuese homosexual o bisexual, revelara su
orientación sexual. Esta ley estuvo vigente desde 1993 hasta 2010 por el ex
presidente Barack Obama.
Lo más contradictorio de esta decisión, es que Green
estaría reemplazando a Eric Fanning, primera persona abiertamente gay en
liderar una fuerza militar estadounidense. Fanning fue nominado por el ex
presidente norteamericano Obama en noviembre de 2015, y ratificado por el Senado
en mayo de 2016.
Por otro lado, con Trump se está dando la legitimación
del machismo, racismo, islamofobia, xenofobia y homofobia. Sus discursos suelen
enviar mensajes discriminatorios a sus seguidores, naturalizando las violencias
hacia el “otro” que es diferente a mí y basándose en un discurso del miedo para
fomentar la unidad.
Cabe resaltar que si ese “otro” es afro, extranjero,
islámico, mujer, pobre y sexualmente diverso, lo que académicamente se denomina
“interseccionalidad”, esta persona será aún más vulnerable y propensa a la
discriminación.
Pero la pregunta es: ¿Las acciones homofóbicas de Trump
pueden tener efecto en América Latina? La respuesta definitivamente sería sí,
pero ¿Por qué? Por diversos motivos, uno de ellos podía ser la influencia
histórica que el accionar norteamericano ha tenido en la región, llegando al
punto de poner y quitar gobernantes; si bien, sus acciones no llegaran hasta
estos extremos, si podrá brindar apoyo a las acciones de gobiernos retrógrados
y de derecha.
Esta exportación de la discriminación posiblemente se
dará en diferentes escalas; por un lado, los gobernantes de retrógrados y
líderes fundamentalistas podrán enfocar su discurso a “en EEUU se está haciendo
esto” “El presidente de EEUU
considera que aquello es malo” “Si
EEUU lo hace es porque así debe ser”.
Por otro lado, este puede ser un discurso que permee el
inconsciente colectivo principalmente de las masas, quienes volcaran contra los
derechos de la población LGBTI todas sus frustraciones en materia de bienestar
y calidad de vida (siendo principalmente la clase media quien muestra este
inconformismo incitado por las clases altas que están en el poder). Prueba de
esto fueron los escándalos por la mal llamada ideología de género que sacudió
al continente en el año anterior.
Lo que el año pasado fueron muestras de inconformismo
social, y que le costó el cargo a una ministra en Colombia, hoy se eleva en
Perú en la rama legislativa: sectores conservadores aspiran a hundir el Decreto
Legislativo 1323, por considerarlo contra la familia y que fomenta la
“ideología de género”. Textualmente este decreto afirma lo siguiente:
“Constituyen
circunstancias agravantes, siempre que no estén previstas específicamente para
sancionar el delito y no sean elementos constitutivos del hecho punible, las
siguientes:
d)
Ejecutar el delito bajo móviles de intolerancia o discriminación, tales como el
origen, raza, religión, sexo, orientación sexual, identidad de género, factor
genético, filiación, edad, discapacidad, idioma, identidad étnica y cultural,
indumentaria, opinión, condición económica, o de cualquier otra índole.”
“Artículo
323.- Discriminación e incitación a la discriminación
El que, por sí o mediante terceros,
realiza actos de distinción, exclusión, restricción o preferencia que anulan o
menoscaban el reconocimiento, goce o ejercicio de cualquier derecho de una
persona o grupo de personas reconocido en la ley, la Constitución o en los
tratados de derechos humanos de los cuales el Perú es parte, basados en motivos
raciales, religiosos, nacionalidad, edad, sexo, orientación sexual, identidad
de género, idioma, identidad étnica o cultural, opinión, nivel socio económico,
condición migratoria, discapacidad, condición de salud, factor genético,
filiación, o cualquier otro motivo, será reprimido con pena privativa de
libertad no menor de dos ni mayor de tres años, o con prestación de servicios a
la comunidad de sesenta a ciento veinte jornadas.
Como se observa, este decreto solo busca tipificar los
crímenes de odio contra las personas LGBTI, considerando que aquellos hechos
discriminatorios por razón de orientación sexual o identidad de género se están
realizando por prejuicio de género y deben de ser judicializados de acuerdo a
esto. El congresista peruano abiertamente gay Alberto de Belaunde está llevando
a cabo la pelea en el congreso para mantener este artículo pese a los muchos
detractores.
Sea como sea, un gobierno abiertamente conservador en la
gran potencia del continente tendrá grandes repercusiones. Los tiempos en que
la casa blanca se tenía con los colores de la bandera arcoíris parecen lejanos
y la transición que la región está sufriendo después de la luna de miel de
gobiernos de izquierda, hacia la derecha, en combinación con el resurgir de los
fundamentalismos religiosos más una
cultura marcada por el machismo parece una ecuación que da como resultado una
situación difícil en los derechos de la población LGBTI de américa latina.
Lastimosamente es
un hecho que el continente se verá afectado por el nuevo presidente
norteamericano, y muy posiblemente los avances en Derechos Humanos se verán
mermados, pero el impacto real de esto solo lo podremos saber en 4 años (o en
el peor de los escenarios, en 8 años).
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