La mujer en la historia

¿Podríamos pensar en un momento de la historia donde el papel de la mujer no fuera importante? Seguramente no, pero como nos cuenta Gerda Lerner, la historia ha sido escrita por los hombres, y como tal, se han esforzado en hacernos ver como si no existiéramos. Las mujeres también hemos escrito los momentos más importantes de la historia y, por ende, nos merecemos respeto e igualdad de derechos.

Desde la antigüedad, cuenta Lerner, a la mujer nos quitaron todo, menos la culpa. En un afán de poder ser un sujeto capaz de crear vida, el hombre se inventó dioses masculinos con la capacidad de ser reproductores; el dios de Abraham crea vida del barro, por ejemplo, lo mismo sucede con dioses griegos y de otras mitologías. La mujer, mientras tanto, es la creadora del mal y del dolor. La Lillith malvada, la Pandora rebelde, la Eva débil. Todas ellas fueron las causantes del pecado. Así, empezaron a hacernos a un lado.

Pese a esto, y a que nos supeditaron en las tareas del hogar, las mujeres seguimos presentes en la historia. Ahí estuvimos cuando cayó el imperio romano, cuando la revolución explotó, cuando se proclamaron los derechos, cuando se conquistó la luna, cuando se derrocaron reinados, cuando se impusieron cultos.

Cuando Robespierre habló de los derechos del hombre y del ciudadano, fue Olimpia quien se atrevió a decir que las mujeres también tenemos derechos y somos ciudadanas, motivo por el cual, terminó en la guillotina. Cuando se empezó a construir el Estado moderno, este se realizó sobre la cacería interminable de brujas. Cuando llegaron los europeos a América, el trabajo doméstico y privado no era visto como inferior a la vida  pública, las deidades más fuertes eran femeninas, pero el conquistador tenía otras ideas e hizo que hombres y mujeres fueran enemistados.

La mujer siempre ha estado ahí, presente. No es que desde un momento para otro queramos ser partícipes de espacios que no nos correspondan, como algunos machitos afirman, es que siempre hemos estado en ellos, aunque no nos han querido visibilizar. Nunca más el silencio será cómplice del patriarcado; nunca más dejaremos que se nos borren de las páginas de la historia.