La Corte Constitucional Blinda el Acuerdo de Paz

Los y las defensoras de la Paz en el país celebramos la decisión tomada por la Corte Constitucional al avalar el acto legislativo 02 de 2017, según la cual por los próximos 12 años (3 gobiernos), el acuerdo de paz no puede ser modificado o hacerlo “trizas” como miembros de la oposición han afirmado, si llegasen al poder, en reiteradas ocasiones.

Para llegar a este fallo, la Corte Constitucional entiende que si bien el Acuerdo de Paz no hace parte de la Constitución, este debe ser considerado una política de Estado y no de gobierno; ergo, debe de trascender el gobierno de Juan Manuel Santos y ser aplicado de forma coherente durante los próximos 3 periodos presidenciales (hasta el año 2030).

El blindaje del acuerdo de paz se consideraba necesario por el gobierno nacional y por un gran número de expertos debido a que era la garantía para la construcción de una paz estable y duradera. Aunque cabe aclarar que dicho blindaje no representa la ausencia de modificaciones en las normas relacionadas al acuerdo, siempre y cuando estos cambios no alteren la finalidad de las normas.

En medio de un país altamente polarizada, con una oposición que desde el momento en que se dio a conocer el diálogo de paz con las Farc ha intentado en reiteradas ocasiones deslegitimizar lo acordado a través de mentiras, a puertas de unas elecciones donde el contuinuismo del gobierno no parece ser muy factible y nuevos actores en la arena política (como las Farc y las Circunscripciones Especiales para la Paz), el blindaje de lo acordado parecía ser la única vía que garantizara la estabilidad en la implementación de dicho acuerdo de paz.

Y es que la experiencia internacional y la nacional, han demostrado que al haber un cambio de gobierno, y estos tener la potestad de modificar un acuerdo de paz, se da como resultado el recrudecimiento del conflicto; una ecuación que no requiere ser un experto político para entenderla.

Además, Colombia debe garantizar por todos los medios el cumplimiento de lo pactado, ya que el país no se puede permitir una nueva historia como el de la Unión Patriótica, partido político que nació después de las negociaciones de paz de la guerrilla de las Farc en 1984 con el gobierno de Belisario Betancur, y debido a diferentes factores como la violencia del país de ese momento, faltas de garantías y odio generalizado, conllevó al único genocidio político en la historia política moderna a nivel global.