¿Qué es el Neoliberalismo?
1. Al
referirse al termino “Neoliberalismo” es lógico hallarse ante una terminología
ambigua; el neoliberalismo per se no es nada. Por neoliberalismo se da a
entender una corriente económica, filosófica y política que apoya las
libertades de los individuos ante todo, que no se inmiscuye en las libertades
civiles de los ciudadanos y que en contraposición a lo que se denomina
liberalismo clásico, acepta una posible intervención estatal, pero solo en los
casos excepcionales, denominados “fallos de mercado”.
El
neoliberalismo busca la creación y consolidación de un Estado mínimo, el cual
no influya en las decisiones del mercado, de igual forma tiene como preceptos
la privatización, la desregulación, evitar la inflación mediante la
implementación de ciertas medidas económicas (como lo podría ser el aumento de
las tasas de interés), y lo más importante, la liberación de los mercados. Con
lo anterior, se busca maximizar la función de los mercados, y de esta forma, un
mayor crecimiento económico.
El
meollo del asunto concerniente a la terminología “neoliberal” radica en la complejidad
que subyace ante la idea de plantear un marco que logre delimitar lo que es el
neoliberalismo; se puede dar un acercamiento a lo que este término implica,
pero formalmente, no existe ningún tipo de “Escuela Neoliberal” o un
“manifiesto neoliberal” según el cual se sepa exactamente lo que es el neoliberalismo.
Grosso modo, se podría decir que el neoliberalismo es la implementación de las
políticas neoclásicas en la economía mundial, esta implementación se da después
de las grandes guerras que sacudieron Europa durante la primera mitad del siglo
XX, que llegó a su máximo apogeo durante la guerra fría, y que hoy en día, a
causa de las crisis de los últimos años, está en crisis.
Uno
de los autores que ha apoyado de forma acérrima este modelo es Milton Friedman,
el cual junto con Rose Friedman, plasmó su ideología en libros como “La tiranía
del Statu Quo” y en la serie que lo hizo mundialmente famoso “Free to choose”,
en el cual muestra la importancia del sistema capitalista y las problemáticas
que se han dado gracias a la tergiversación del mismo por parte de los
gobiernos.
Friedman,
en toda su obra hace hincapié en la diferencia entre libertad e igualdad, y que
pese a que estas dos palabras se hallan de manera muy cercana en la carta de
independencia de USA, no pueden utilizarse siempre bajo el mismo marco y/o se
puede llegar a las dos en la misma vía.
Los
Estados, afirma Friedman, refiriéndose especialmente a USA, en su afán de
alcanzar la igualdad, lo que están haciendo en realidad es coartar las posibilidades
de los individuos. Estos individuos deben de ser vistos como un fin en si, no
como un medio para alcanzar otro tipo de fines, que a la larga no le traerían
los mismo beneficios que si se viera desde una perspectiva individualista; esto
quiere decir, que en pos de un “bienestar general” el individuo como tal se
puede ver afectado, y se convertiría en una víctima del sistema.
Esta
visión, pese a que es poseedora de ciertos tintes Kantianos, en lo referente a
la visión del hombre como un fin en sí, y contraponiéndose a Hegel que ve al
individuo como un ser determinado por la comunidad en la cual se mueve. Deja de
lado preceptos expuestos por Kant de gran relevancia como es la cuestión de la
moral.
El
individuo, es consciente de las posibilidades que tiene, y la función del
Estado debe ser la de no intervenir para que este individuo logre agotar todas
sus posibilidades. En el momento en que el Estado interviene en el accionar de
el individuo, su libertad de elegir lo que este considera como lo mejor se
manifestara.
Mientras
que una sociedad en la cual halla suficiente libertad, siempre será una
sociedad igualitaria, ya que todos tienen las mismas posibilidades de salir
adelante, y que pese que siempre habrán ciertas personas por encima de otras,
esto no significa la creación de oligarquías imperantes e inamovibles, sino la
libertad que unos tuvieron para ascender, lo cual sirve de motivación para el
esfuerzo individual de alcanzar ciertas metas; pero, una sociedad igualitaria no
significa, bajo ningún motivo, afirma Friedman, que será una sociedad libre, ya
que en el afán de alcanzar lo que se denomina “Igualdad” el Estado se entromete
en los asuntos de los mercados, y bloquea las posibilidades individuales de
elegir lo que cada uno considera como lo más adecuado. Al darse la intervención
del Estado, se abre la puerta a la creación de oligarquías, y que intereses
particulares, en nombre del beneficio de todos, se impongan.
En
su obra, Free to choose, Friedman da el ejemplo de Mohammed Alí y de un trabajador
nocturno en un muelle, ¿Es justo que Mohammed Alí se gane millones en una noche
mientras el otro no? ¿Acaso las horas de entrenamiento no son de importancia?
¿Qué pasa con la importancia del valor simbólico (Y material) de los asistentes
a la lucha? ¿Es que acaso hay alguien o algo que diga que es lo justamente
igualitario?
De
igual forma se ve como en países en los cuales se han impuesto políticas para
alcanzar una “igualdad” como en el caso de Gran Bretaña, estas han fracasado, y
han dado como resultado una masiva inmigración de personas con grandes
capacidades, tanto físicas como mentales hacia países como USA.
Friedman
señala una diferencia sustancial entre la concepción de lo que es equidad e
igualdad, aclarando que la equidad es un presupuesto teórico y subjetivo, según
el cual se debe determinar qué es lo equitativo para TODOS y quien determinará
eso, y pone por ejemplo el caso del Dodo en el libro Alicia en el país de las
maravillas el cual, después de afirmar que todos ganaron se pregunta ¿Quién
dará el premio?
Libertad
de elegir es saber que se tiene una capacidad para alcanzar las metas
individuales (ya que el individuo va a una velocidad diferente que el de la
comunidad), libertad de elegir es conocer el abanico de posibilidades que se
abre ante los ojos atónitos de los individuos, libertad de elegir es ser consciente
de la diferencia entre libertad e igualdad, estos preceptos son reafirmados por
el seguidor de las teorías de Friedman, Arnold Zswannegguer.
Por
otro lado, Friedman, logró observar una serie de problemáticas en el ámbito
académico de USA, el autor realiza una dura crítica al gobierno de Ronald
Reagan, ya que afirma que este no le ha dado una solución eficaz a dicha
problemática. Según estudios realizados en la época, la educación estaba
pasando por una época de crisis, todas las generaciones estadounidense se
graduaba mejor preparada que sus antecesores, menos en esa (mediados de los
80’s) pero ¿Cuál es la problemática de la educación? Esa es la pregunta que se
realiza Friedman y que siente que el presidente Reagan no le da respuesta.
Para
Friedman los políticos ven como única solución a la problemática escolar el de
aumentar los impuestos para invertirle más dinero a la educación, por su parte
los sindicatos de maestros ven la solución en el aumento de dinero destinado a
la educación; Friedman afirma que aunque se le dé más dinero a la cartera
educativa, esto no solucionará el problema, primero se debe de investigar
porque el nivel académico ha descendido de forma drástica.
Uno
de los principales inconvenientes para Friedman es la “centralización y
burocratización de la enseñanza pública” (Friedman, 1984), ya que los padres no
tienen la posibilidad de elegir en donde sus hijos estudiaran y si no les gusta
donde estudian, estos no los pueden cambiar de escuela. Al darse la intromisión
del Estado en los asuntos privados de los individuos se les está violando su
libertad de elegir. Si en lugar de pagar altos impuestos al Estado para la
educación se dejara que los padres eligieran donde sus hijos estudian, tal vez
la realidad fuese diferente, concluye Friedman, ya que los que van a
universidades públicas, en su mayoría, no son las personas con menos recursos,
son personas de clase media y alta los que disfrutan de los auxilios estatales.
El
auxilio sobre la educación, al igual que el concerniente a la salud y la
asistencia a los pobres corresponden a los preceptos que el denominado Estado
de Bienestar promulga; se busca que el Estado se encargue de que los derechos
de los ciudadanos se materialicen.
Friedman
afirma que los subsidios anteriormente mencionados, entre otros, han alcanzado
un alto nivel de burocratización, por lo tanto su funcionamiento es inadecuado.
El subsidio a los pobres ha creado una cultura de la pereza, en la cual los
individuos no se atreven, o no les interesa, descubrir sus capacidades, los
individuos prefieren esperar a que el cheque les llegue mensual antes que
intentar laborar. Pero se da el caso en el que muchos individuos, que no tienen
necesidades engañan a las instituciones para recibir subsidios, o que estos son
despilfarrados, dándoles así un mal uso al ideal del subsidio a los pobres.
Por
otro lado, el subsidio a la salud conlleva a una “socialización de la salud” y
rompe con las relaciones tradicionales paciente – medico, ya que el Estado
intervendría en las mismas, regulando así las funciones médicas, e imponiéndole
valores a las mismas. Este modelo se ha llevado a cabo en países como Gran
Bretaña o Canadá, en los cuales, en el primero trajo como resultado una gran
burocratización y la emigración de los médicos, en el segundo la implementación
era reciente cuando Friedman escribió “Free to choose”.
En
conclusión Friedman ve como estos subsidios condicionan a los individuos, y
como se incentiva la desidia en estos individuos; con la intención de seguir
los preceptos del “Estado de bienestar” se está dando impedimento a la
motivación por el trabajo, el ahorro y la posibilidad de ser libres de elegir
que es lo mejor para nosotros. Pero en contraposición con las tesis de
Friedman, se puede afirmar que si los individuos nos enajenamos ante ese
Leviathan denominado Estado, si ya pactamos ciertas normas, y le cedimos
nuestras libertades, entonces ¿Ese estado no debe de velar por nuestro
bienestar? O de lo contrario, ¿No sería más sencillo vivir en una especie de
anarquía en la cual cada uno sea responsable de su propio desarrollo?
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